Hay personas que nacen para hacer historia y una de ellas es María Herrera. La joven toledana es toda una inspiración para muchas mujeres que comparten su mismo sueño: ser piloto profesional. Esta temporada, Herrera volverá a vestir los colores del Openbank Aspar Team en la categoría eléctrica, donde lleva compitiendo desde 2019 como la única mujer de la parrilla.
Pese a las dificultades, María nunca dudó en luchar por convertirse en piloto profesional. Tras un duro camino, su sueño se convirtió en realidad cuando debutó como invitada en el Gran Premio de Aragón de Moto3 en 2013. No obstante, la relación de María con las motos viene de mucho antes.
Su padre siempre ha sido un gran aficionado del motociclismo y transmitió esa pasión a su hija desde muy pequeña. Con tan solo 4 años, Herrera ya competía con una minimoto. Desde entonces, no ha podido dejar la moto de lado y ha crecido hasta convertirse en una referencia de este deporte.
La joven de 26 años ha evolucionado como piloto gracias a su versatilidad para competir en diferentes campeonatos. Pasó a la historia en 2013, con 16 años, cuando competía en el Campeonato de España de Velocidad, donde logró convertirse en la primera mujer en ganar una carrera del certamen. Posteriormente, dio el salto al Mundial de Moto3 como piloto permanente y en 2018 compitió en el Mundial de Supersport 300.
En 2019, María decidió emprender otra aventura, adentrándose en la Copa del Mundo de MotoE. En estos años María se ha convertido en una de las veteranas de la categoría y ha tomado parte en las 32 carreras disputadas en estos cuatro años. Con esta experiencia a sus espaldas, Herrera quiere seguir creciendo junto al Openbank Aspar Team en busca de nuevos éxitos.